martes, 15 de enero de 2013

Capitulo 2: Reuniendo un grupo



Capitulo 2: Reuniendo un grupo 


Blathor se fue otra vez por el conducto mientras Fendraist se ponía en contacto con la persona que mejor podía encontrar a Legenth – el hechicero que pretendía que fuese con ellos – pero Calvenoc tardaba en contestar, quizás podía dejarles a cierto elfo a su servicio …Recogió un poco el despacho mientras hacía una sombra a otro lugar, un claro donde solía estar uno de los tenientes de Argryun que todavía no había conseguido elevar a federal, con el que uno de sus disfraces – justamente el que llevaba, en el que ilusionaba las cosas aparentando un mediano llamado Rin – había trabado amistad. Era muy sencillo después de tanto tiempo engañar a todos para que pensasen en lo buen presidente que era, algo muy lejos de la realidad.
  • Rin: No encuentro otra vez a sir Blathor, le he visto hace un momento en los túneles y ya se me ha perdido de vista. ¿Lo has visto Xyriol?
  • Xyriol: En absoluto – pensando en como salir ya del palacio, si ese enano estaba aquí en breve se irían de aventuras y se había enterado en alguna agencia (las cuales no debería pisar según las órdenes) que necesitaban hechicero – Aunque no suele permanecer mucho en palacio, si has estado más de una hora ya habrá salido.
  • Rin: Prácticamente, voy a seguir buscando a ese gusano – pues era el que muchos consideraban exterminador de esos monstruos – Hasta la vista, Xyriol.
  • Xyriol: Eso mismo – viendo el camino a tomar mientras el mediano se iba, no hacía falta que supiese lo poco que se comportaba en el palacio. Lo extraño es que no preguntase la razón por la que confiaba en él, algo que no hacía nunca con otras personas diferentes de su rey.


Recogió algunas cosas de su escondite, en una de las paredes de esa sala, mientras los guardias del Presidente patrullaban la zona pues querrían parecer profesionales delante de Greingl, el jefe de protocolo de Fendraist. Pero Xyriol sabía bastante bien que no lo eran, todo lo contrario. Salir de ese lugar era mucho más sencillo cuando ellos patrullaban que en los demás casos y no iba a informar a nadie para que le controlasen. Llegó a las calles que rodeaban el palacio por detrás, justo donde estaban los jardines que solía usar para descansar. Miro su ropa, llevaba la chaqueta de Argryun y unos pantalones azul oscuro como solía ser habitual en esos guardias y la espada que solían utilizar para entrenar a todos los alumnos de la academia como él. Siendo elfo no necesitaba nada más pues les enseñaban a no tener libros de conjuros y lo único que lamentaba no tener era su lanza de Argryun pero sabía defenderse con la espada. En cuanto a si necesitaba montura, todos los jinetes de Argryun – él lo era y bastante bueno – tenían especiales que podían teleportarse a cualquier lugar. Por ejemplo ese en el que estaba, así que llamo a su montura y un caballo blanco con el pelo a oleadas apareció pero lo dejo en un establo cercano a la casa, ya lo recogería si convencía a ese capitán.

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